viernes, 23 de enero de 2015

El sonido del silencio

By: imagenes On: 16:00
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  • El sonido del silencio


    ¡Libre a popa! Leva el anclazarpamos.
    ¡Libre a proa! Ancla subida
    Con motor al mínimo vamos saliendo de la marina hacia el mar abierto. Es una mañana ideal para que el “Lady Cara nos lleve a navegar bajo el cielo turquesa claro, transparente; el viento pasea algunos copos de algodón, mientras pequeñas  olas  lamen  nuestro  casco  acariciándolo  con suavidad.  Mauro,  mi  nieto,  que  por  segunda  vez  me acompaña en mi vagabundear de fin de semana, es un buen grumete, aprende y ayuda como todo un marinero. Al  fin  dejamos  por  babor  el  rompeolas  del  puerto  y entramos a mar abierto, ya podemos levantar velas.
    – ¡Mauro toma el timón! mientras subo la mayor, mantén el barco proa al viento.
    – ¡Si señor!
    Mayor arriba ¿sabes subir el Génova? (vela de proa muy grande)
    Si abuelo, vi como tú lo hacías.
    –Deme el timón, ponte el arnés de seguridad y corre a proa para izar el foque, mantente firme, no te caigas…
    –Vela arriba y firme, capitán.
    –Ven, siéntate a mi lado, cerca del timón, ya apagué el motor, solo nos impulsa el viento; desde este momento estamos en plena comunión con los elementos, somos parte de ellos.
    Los alisios inflan las velas del Lady Cara que vuela sobre el agua con la gracia de una gaviota. Nuestra proa corta el mar como afilado cuchillo, espuma blanca dibuja nuestra ruta silenciosa.
    Sin hablar escucha el silencio, siente la voz del mar y del viento ¿Te gusta?
    Si abuelo, se percibe una gran paz y tranquilidad un gran sentido de libertad.
    Esto que estás escuchando es, el ruido del silencio, los taoístas lo llaman “el ruido de una sola mano que aplaude. Veamos si eres capaz de describirme el ruido que escuchas.
    –Oigo: las drizas que golpean el mástil con su tan, el silbido del viento que roza las velas, el sonido de la proa cortando el agua, las gotas que salpican la cubierta
    ¿Que  más  escuchas?  Hay mucho  más,  esfuérzate  un poco, que tus ojos te ayuden…
    –¡Es  verdad  abuelo!  Escucho  las  gaviotas  volar sobre nuestras cabezas; a adelante la zambullida de dos delfines saltando sobre la  estela.
    Muy bien ya estás escuchando el concierto que la naturaleza y sus músicos tocan para los navegantes, el más hermoso de los conciertos si eres capaz de escucharlo. Si logras oír el sonido del silencio, lo pods hacer en cualquier momento y en cualquier situación, no habrá dificultad que no pods vencer.
    ¿Cómo puede el silencio ayudarme a superar los problemas y las dificultades?
    Oyendo  el  silencio,  aprenderás  escuchar  tu  voz interior, entendes la naturaleza y todas sus leyes.
    –Abuelo, el sonido del mar es bellísimo.
    –Observa el horizonte ¿qué ves?
    –Unas enormes nubes negras que se mueven lentamente hacia nosotros.
    Son nubes de tormenta, están cargadas de agua y llevan fuertes vientos.
    ¿Q vamos a hacer?
    –Vamos   a   prepararnos   para   recibirlas,   e solo   un chubasco tropical. Lo primero es reducir velas. Luego bajas  guardas  todos  los  objetos  sueltos,  al  subir  te pones un chaleco salvavidas y me traes uno a mí.
    El cielo se oscureció; nubes grises, gruesas, pesadas, llenas de agua y furia taparon el sol. El viento nos golpeó con toda su fuerza, mientras del mar se elevaban crestas de espuma blanca  y gris, un rugido terrible sonaba a nuestro alrededor. Lady Cara se inclinó a babor y comenzó su lucha contra los elementos embravecidos.
    Mauro haz firme tu arnés de seguridad, sostente con fuerza, no temas…
    Tranquilo  abuelo  estoy  bien  amarrado  y  no  tengo miedo.
    Una ola gigante rompió  por proa atravesando toda la cubierta, Delfín saco su proa del agua, sacudiéndose y resoplando…  la  nube  inclemente soltó  sobre nosotros toda la lluvia que podía soltar
    –¡Grumete! Suelta un poco la escota del foque bien, hazla firme
    Casi no veo nada, el agua no me deja ver.
    Resiste  unos  minutos  más  estaremos  fuera,  mira  el cielo, ves, las nubes ya nos están dejando, se ve el sol dets de ellas, el viento está amainando. Si procuras escuchar los sonidos de la naturaleza, te darás cuenta que el mar golpea con menos fuerza y el viento ya no ruge con furia.
    El sol, tímidamente, fue saliendo de su escondite, y en el cielo se dibujó un arco iris anunciando el fin de la tormenta.
    ¿Viste que bien se por el barco en el chubasco?
    Sabuelo,  la verdad  nunca tuve  miedo,  sentí  que el velero luchaba y navegaba con plena seguridad.
    Recuerda esta aventura y aprende de ella; si estás bien preparado y usas prudencia y coraje, podrás salir bien de cualquier tormenta, en tu vida futura.
    –¡Capitán! ¿Hacia dónde vamos a llegar en este viaje?
    Cuando salgo a pasear en el mar no tengo un lugar fijo de llegada. Lo importante no es llegar, es el disfrutar del viaje” Es como el viaje a lo largo de nuestra vida, no importa cuándo y cómo llegar, lo que importa es andar bien y disfrutar de cada momento en la travea. El día que lleguemos todo habrá terminado. Tenemos que aprovechar el viaje, usar bien nuestro tiempo de manera que al  final  estemos  satisfechos  y felices  de  nuestra navegación.
    –Abuelo ¿cómo sabes tantas cosas de la vida?
    Mi abuelo me enseñó a escuchar el sonido del silencio como yo te lo estoy enseñando a ti y tú lo enseñaras a tu nieto… esto es el verdadero sentido de la vida.

    Del libro ¨Mi Amigo Socrates¨
    Arnaldo Mattogno