lunes, 3 de noviembre de 2014

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La Chica del autobús...

By: imagenes On: 12:52
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  • Cuando la vi, estaba en la parada del bus, ella venía caminando con su andar elegante. Alta, delgada, el pelo castaño recogido en un moño; piel rosada y tersa, la nariz, pequeña y respingada, recordaba esos perfiles griegos de los medallones. Endosaba una blusa blanca de cuello abierto, una falda, azul marino, abierta en un costado; miraba a su alrededor y sonreía consciente de su belleza.
    Nuestras miradas se encontraron. Mantuvo fija la suya en mí, no pude contenerla y poco a poco ba mi vista. Una voz en mi interior dijo:Vamos muévete, sube al bus, no la pierdas; observa que elegancia, todos la miran”.
    Se sentó en aquel puesto libre, al lado de la señora gorda y sudorosa. Logré abrirme paso entre los pasajeros, pude situarme de pie, muy cerca. Mientras el autobús iba brincando, sacudiendo y resoplando, mis ojos exploraban una y otra vez esas formas de diosa griega. Sé que sintió sobre su cuerpo el peso de mi mirada, que la acariciaba y tocaba con ternura. Un tímido rubor subió por sus mejillas, sus ojos buscaron los míos; descubrí una chispa de placer en las profundidades de  esas  pupilas luminosas. Mi vista se depositó en la blusa, mis ojos ávidos se infiltraron en el escote y con extrema delicadeza coquetearon, primero con un seno, luego el otro; una sonrisa cómplice se dibujó en sus labios, mientras los pezones se le endurecían con mis besos imaginarios. Un suave suspiro salió de sus labios y con un ligero movimiento separó las rodillas, ese tanto que sirvió para que su pierna izquierda quedara fuera del corte de la falda; mis  pupilas  se  movieron  rápidas  hacia  ella, tocando su piel clara, regocijándose con su forma tan perfecta. Mi vista subió por la rodilla hacia el muslo, se insinuó bajo la falda. Sen como se estremecía de placer, sus rodillas se separaron  cada vez más, su labios se abrieron esperando un beso, los pezones se dibujaron tiesos contra la blusa, como queriendo salir y ser mordidos.
    El autista fre y abr las puertas del bus. Ella pa a mi lado para bajarse y nuestras manos se rozaron.
    Desde la ventanilla, la vi caminar alejándose del bus; la seg con la mirada hasta que volteó y mindome, subió la mano hasta sus labios rojos, me envió un beso… Se alejó perdiéndose entre la gente. El bus siguió adelante...


    Fredo Nedi

    Revisado y reeditado 2014

    1 comentarios:

    Hugo Buonaffina dijo...

    Arnaldo, si no te bajastes en la parada siguiente eres un grandisimo pendejo.